Now I am told that this is life, and pain is just a simple compromise ♪♪

miércoles, 8 de junio de 2011

Capitulo #3'



[31 de marzo]

Riiiing

Riiiing .

Toc-toc.

Aj! ¿Es que en esta casa no dejaban dormir?

-Pase.- grite aún somnolienta, mientras mi mano azotaba el despertador para que dejara de sonar.

-Cata, son las 7.15, llegarás tarde.- Aaaj! Lo había olvidado, hoy se acababa mi licencia, así que volvía a clases.

Las dos semanas habían sido lo mejor. Me despertaba tarde, almorzaba, iba a ver a Florencia, ya que tuvieron que seguir haciéndole exámenes y dándole un montón de remedios, de paso estaba con Diego, con quien cada día me llevaba mejor,

-*y te gusta aún más, acéptalo.* Estúpida vocecilla.-

Veía a mi hermano seguido y sinceramente, no me podía quejar.

-*Acuérdate que hoy es…* -

-Lo sé.- le respondí en voz alta.

Me di una ducha corta, ya que tenía que salir de mi casa a las 7’45. Me puse mi uniforme, los zapatos, me hice un moño, arreglé mi bolso y me fui a la cocina. Encontré un queque y un vaso de leche servidos; sólo tomé un sorbo, ya que no me gustaba y aún no tenía hambre, así que eché el queque en mi mochila. Salí a las 7’49 de mi casa, ya estaba atrasada; no es que fuera algo nuevo, pero supongo que por estar volviendo tenía que llegar a tiempo, por lo que empecé a correr. En una esquina vi un auto muy parecido al de Carlos, con un conductor muy parecido a Carlos, así que deduje que era Carlos.

-Te llevo?.- Dijo mirándome, soltando una pequeña risa, seguramente por que apenas había dos cuadras hasta la casa y yo iba casi con un pre-infarto.

-Sería lindo.

-Tómalo como tu regalo –Levanté la ceja.-

-El mejor regalo que me podrías dar es otra licencia

-Para qué? Para que puedas ir al hospital con tu amigo? .- me quedé helada, nadie sabía de mis salidas, y se supone que nadie debía enterarse

-De qué estás hablando?.-

-Ya lo sé todo Cata, hice mis investigaciones

-Por qué?.- le pregunté cruzándome de brazos, odiaba que se metieran en mis asuntos.

-Porque pensé que te ibas con tus amigos esos

-te juré que no lo hacía

-Sólo quería asegurarme

-Bueno, y como lo descubriste?

-Vicente.- lo miré extrañada.- el hermano de Diego, es mi compañero de universidad y amigo. Un día te vio y le preguntó a Diego quien eras y el le contó que te había conocido en el hospital, y que siempre acompañabas a Flor. No creyó que fueras tú, por que la que todos conocen es ruda y fría.

-Por eso un día me preguntó el nombre….ahora tiene sentido, yo creía que era un sicópata y siempre que lo veía escapaba.

-Ridícula.- se rió.- y así lo supe todo

-Hace cuánto?

-Como 1 semana

-Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque pensé que quizás era un efecto secundario del golpe que te diste, o que los remedios aún hacían efecto en ti.-lo miré feo

-En verdad yo pensé lo mismo, pero es que Flor es tan tierna, no puedo dejar de ir a verla

-Ni a Diego.- lo fulminé con la mirada.- Qué? Vicente me dijo que ustedes eran muy buenos “amigos”

-Lo somos

-Te conozco desde hace 15, ahora 16 años, así que no trates de mentirme. Se nota que a ti te gusta.

-No me gusta

-O, si que te gusta Catalina

-No, es sólo mi amigo bien?.- me miro entrecerrando los ojos

-Haré como que te creo, pero ya verás que terminarás por confesármelo.

-Como quieras

-Llegamos.- tomé una bocanada de aire y abrí la puerta.- Buena suerte, por favor, no hagas que te lleven a la oficina del director hoy.

-Lo intentaré.-me despedí con la mano.

-Te vendré a buscar

-como quieras

-Feliz cumpleaños.- lo miré entrecerrando los ojos, me di la vuelta y entré al colegio. Definitivamente no me gustaba este día.

Entré a la sala con el Profesor Ricardo, nos tocaba historia. Me senté y se escucharon algunos susurros, muchos me miraron y me saludaron con la mano, y luego se daban la vuelta rápidamente, atendiendo al profesor.

Ignoré todo y creo que por primera vez en mucho tiempo puse atención.

La hora se pasó rápido, tocaron para el primer recreo y muchos de mis amigos se acercaron a abrazarme y todo el cuento.

Sinceramente no sentí real preocupación por ninguno de ellos.

Y me dio pena.

Pensar que ninguno de ellos se preocupo por llamar, o por mandarme un mensaje. Entonces me pregunté si verdaderamente tengo algún amigo. Casi como respuesta a mi pregunta sonaba mi celular, era Diego.

-Aló?

-Hola Catiwis

-Hola Dieguin! Como estás?

-Bien y tú? como estas con tu regreso a clases?

-Bien, hasta ahora, supongo…- no soné exactamente muy convencida

-Pasó algo? – preguntó preocupado

-Nada, tengo sueño, estoy idiota.

-No le heches la culpa al sueño

-Jajá, comiste con un comediante acaso?

-No, con mi hermano – se escuchó el timbre.- tengo que cortar, te llamo más tarde

-Okaysh, esperare tu llamado.

-Feliz cumpleaños! Te quiero chao

-Yo más, adiós –

Corté con una estúpida sonrisa.

-Tu novio? .- me habló Constanza, una compañera con la que había hablado un par de veces. Ella era muy tímida, pero recuerdo que hace unos dos años habíamos sido muy cercanas, teniamos nuestros pequeños secretos, que habían quedado entre las dos, era una buena amiga pero habíamos perdido contacto.

-Un amigo- le respondí mientras le dedicaba una sonrisa.

-Mmm, amigo, si claro .- bromeó ella – así que devuelta a clases…como se siente?

-Me hace estar de mal humor, tu me conoces .- ambas reímos- pero bien, supongo.

-Iba a ir a verte, pero ya sabes como son mis padres – rodó los ojos- piensan que por ir a un hospital me contagiaré de algo y moriré joven- terminó la oración haciendo gestos ridículos con las manos; pero a pesar de eso sabía que no estaba exagerando.

-No te preocupes, mi papá dijo que habías llamado

-Ohsi, hacer tiempo que no sabía de ti y cuando me enteré del accidente quise que habláramos como antes.

-Sii…hay que volver a esos tiempos de llamadas gigantes querida.

-Definitivamente.

-Y que ha sido de ti? De tu vida? Sigues con Daniel?

-Bueno, no mucho. Había terminado con el pero hace 1 mes volvimos, lo extrañaba mucho…y tú? quien era el “amigo” –hizo comillas en el aire- de el teléfono? – me miró alzando las cejas rápidamente.

-Sólo un amigo, lo conocí en el hospital, bueno, en verdad a su hermana pequeña.- comencé a contarle la historia de cómo nos habíamos conocido y lo bien que me caía; hablamos todo el recreo sin parar, como si el año que nos distanciamos no hubiera existido, como si todo fuera como antes…y eso me agradaba mucho.

La profesora de matemáticas había faltado, para mi buena suerte, así que tuvimos la hora libre. Seguimos hablando sobre nuestras vidas, entremedio algunos compañeros venían a saludarme y a preguntarme como estaba. Maite llegó a mi lado y me preguntó si iba a la fiesta de Rodrigo.

Drogas y alcohol gratis, baile toda la noche, era una fiesta que prometía mucho, pero sorprendentemente le dije que no muy segura. Unas semanas atrás hubiese dicho que si sin pensarlo, pero pensé en Carlos; de seguro el se enteraría de esta fiesta y estaría orgulloso de que yo no fuera, y luego pensé en Diego. Probablemente también lo invitarían y el rechazaría la oferta. Y luego… recordé los días anteriores al hospital, lo reventada que estaba, la pena que me había dado verme en ese cristal de la plaza toda chascona, con la ropa por cualquier lugar, y la expresión de loca de mi cara; No quería volver a eso, aunque era tentador.

-Te pasa algo? – preguntó algo preocupada Constanza

-N-no nada.- respondí mientras una lágrima caía por mi mejilla; ella instintivamente me abrazo y agradecí el gesto.

-Segura que no te sentirás mejor si me cuentas?- Lo pensé y en realidad quería decírselo, para que ella me ayudara, pero las palabras no salía, así que solo asentí levemente con la cabeza. – más tarde tal vez? .- asentí nuevamente, el tiempo que habíamos sido amigas nos conocimos muy bien.- Okay, pero no estés mal, lo que sea sabes que puedes superarlo.-Me sonrió. Siempre pensé que la sonrisa de Constanza era algo muy puro; era una sonrisa de aliento y sabía que lo que ella decía realmente lo sentía, y no se lo decía a cualquier persona.

Pasó un rato y Cony logró que me riera como loca nuevamente. Tocaron el timbre y como si estuvieran conectados, sonó mi celular.

-Hola! - esta vez contesté alegre

-Hola Cata! Te escucho más animada

-Siiii, enserio era el sueño de la mañana

-jaja que bueno!...oye?

-Dime

-Que harás en la tarde?

-mm, nosé, mi hermano me viene a buscar

-Ooh .- sonó triste

-Pero puedo decirle que no venga…-Amo a mi hermano, pero quizás adonde me llevaría por mi cumpleaños…

-No, no importa

-Es que ya sabes por lo de hoy…en realidad me quiero escapar.- En una de nuestras conversaciones le había contado que odiaba los cumpleaños…

”-Pero por que odias tanto los cumpleaños? – me preguntó Diego, riéndose, después de mi ataque de ira cuando mencionó hacer algo para mi cumple.

-No es que los odie todos, sólo odio los mios.- me crucé de brazos.- es que siempre pasa algo. Para los 10 a mi madre le dio un ataque esquizofrénico, empezó a gritar como loca; a los 11 mis padres se separaron; a los 12 pelee con mi mejor amiga, y nunca volví a verla; a los 13 murió mi abuela; a los 14 conocí a Camilo – La sonrisa de Diego se acabo cuando escuchó ese nombre.- en conclusión, mi cumpleaños no es una buena fecha.

-Pero este no tiene por que ser malo.- dijo él

-Prefiero no arriesgarme.- “

-Jajaja, entonces nos juntamos a las 3? .- dijo él

-Donde siempre?

-Obvio, te espero.

-Oki.- la profesora de Arte entraba a la sala.- tengo que cortar, nos vemos! Te quiero chau

-Yo tambien, chao!

Cuando corté Constanza me miraba con cara de ‘enserio no te gusta’ y la cambió por una de ‘enserio crees que me trago que no te gusta?’ Odiaba que me conociera tanto, y más aún mi sonrisa estúpida que no quería salirse de mi cara. Me hice la loca y empecé a dibujar lo que la profesora dijo.

La hora siguiente se me pasó volando. Estábamos concentradas haciendo el cuestionario que nos mandó a hacer el profesor de Biología cuando tocaron el timbre.

Iba a sacar mi celular cuando vi el auto de mi hermano estacionado. Se me había olvidado avisarle; me despedí de Cony y avancé hasta el auto.

-Lista para salir cumpleañera? – Dijo mientras abría la puerta trasera, ya que Anahí ocupaba el asiento de Co-piloto.

-En realid…- mi boca se abrió en una gran ‘O’ al ver a Diego y Flor sentados atrás.

-Sube rápido, que tenemos todo un día por delante.- me dijo Anahí, palmeándome la espalda.

Miré a Diego con cara de ‘”WTF”. Él se limitó a subir los hombros en señal de no saber nada. Entonces miré enfadada por el retrovisor a mi hermano, quien se reía, probablemente, de mi expresión.

Me limité a ignorarlo y fui jugando con Flor. Diego se reía de nuestras peleas; aunque sinceramente sé que se reía de mi ya que a veces Flor era más madura que yo.

Carlos y Anahí iban sorprendidos de mi actitud; sé que era por eso, ya que ellos, conociéndome, nunca en su vida imaginaron que yo podría llegar a ser así con alguien.

No es que yo me imaginara así tampoco, pero era inevitable para mi ser tierna e infantil con Flor; era como una hermana pequeña, con la que juegas a las barbies aunque las odies; con solo mirarme, con sus ojitos verdes, lograba que yo fuera su barbie, para peinarme y vestirme.

Llegamos a un parque que no conocía, luego de una media hora de viaje. Había una fuente en medio, un lago por casi todo el borde, mucho pasto y un sector, que era al que nos dirigíamos, en donde habían más árboles y algunas mesas con bancas.

-Sabias algo de esto? .- le pregunté a Diego mientras nos sentábamos en el pasto y Flor corría detrás de Carlos y Anahí los perseguía a ambos.

-Nada, cuando salí del colegio fui “secuestrado” por Flor y tu hermano, te iba a llamar pero me quitaron mi celular.

-Odio esto, yo quería ir a Starbucks, comprarme mi frapuccino y estar en mi casa por el resto de la tarde.- me crucé de brazos.

-No seas tan amargada, vamos a pasarlo muy bien.- se paró y estiró la mano para ayudar a pararme.

-Soy una vieja amargada.- hice puchero

-No lo eres

-Si lo soy, y nunca lo pasaré bien en mi cumpleaños

-En este si, para de ser tan porfiada.- me miró con cara de perrito

-Nonono- cerré los ojos

-Que tengo que hacer para que te pares y quites tu cara de amurrada?

-No lo sé- Sentí que se movió, así que abrí los ojos pero no pude encontrarlo, ya que rápidamente me tomó por la cintura y me subió a su hombro. Y pataleé mientras todos los que estaban en el parque nos miraban y se reían.

Le hice cosqillas hasta que se cayó. Yo quedé con la espalda en el piso y el encima mio, apoyando sus manos para no aplastarme, nuestras respiraciones se aceleraron, nuestras miradas se conectaron…y el se paró, extendiendo nuevamente su mano para ayudarme; esta vez si la tomé y caminamos hacia la mesa.

Nos sentamos frente a frente y unos minutos después llegaron Flor con Anahí, seguidas por Carlos, quien traía una torta.

16 velas y un deseo. Espero que este deseo si se cumpla.

Soplé las velas y Flor me trajo un regalo.

La abracé y lo abrí. Era una muñeca, que según lo que ella me explicó era igual a mi; y venía con un dibujo hecho por ella. Estábamos acostadas mirando el cielo, buscando figuras en las nubes, y una de las nubes decía feliz cumpleaños. Estaba muy bien dibujado, para ser una pequeña de 5 quien lo hizo. Luego se acercó Anahí, que me regalo, junto con mi hermano, una chaqueta de cuero negra, un polerón gris con negro con diseños y unas converses moradas que amaba. Salté de felicidad al verlas y me abalancé sobre Carlos; le agradecí unas 200 veces, antes de darme vuelta y ver a Diego con una pequeña caja entre sus manos.

Lo miré sorprendida y mi querido hermano me empujó hacia él; no esperaba un regalo de su parte, ya que le había dicho estrictamente que no quería nada.

Me entregó la caja y lo abracé un largo rato, hasta que empezaron, más bien Carlos, a aclararse la garganta.

La abrí; era una pulsera plateada, con colgantes de distintas cosas, unas estrellas, un sol, una luna…era hermosa.

Volví a abrazarlo y le di un beso en la mejilla.

Nos sentamos a comer la torta y a hablar estupideces. Anahí se fue a jugar con Flor, y Carlos se fue cuando ambas vinieron a buscarlo.

-Te gustó la pulsera? – preguntó mientras jugaba con un mechón de mi pelo.

-Te dije que no quería regalos.- me miró algo triste.- pero me encantó.- una sonrisa se asomó en su boca.

Nos quedamos hablando un buen rato, después nos fuimos a dar unas vueltas por el parque y nos sentamos frente a la fuente. No me había dado cuenta pero ya había anochecido. La tarde se me había pasado volando; tenía frio, pero en cuanto Diego se dio cuenta me abrazó, y obviamente, yo se lo devolví. Muy, demasiado, feliz diría yo. -Lo que digas conciencia.- me respondí mentalmente.

Flor corrió a los brazos de Diego apenas nos vió venir y el deshizo nuestro abrazo, lo que provocó que mi cara de tornara algo triste. Lo que me sorprendió fue que enredara mi meñique con el suyo y la descarga casi eléctrica que eso provocó en mi.


Aaah porfiiiin *--* ! me siento mejor ahora qe está terminaado y subido el capitulo :3 ! ojala les gustee c: ahora empeeezaré el capitulo #4 ! wooou c: looooooovya bitches (con cariño obviamente) <3

We all learn to make mistakes